El pasado día 16, de mañana y desafiando las inclemencias meteorológicas, un grupo de vecinos, pocos, armados de rastrillos, palas barranqueras y azadas, nos pusimos manos a la obra. Repusimos los árboles secos, adecentamos pilones, pusimos plantas aromáticas en varios lugares. Terminada la faena unos cuantos nos dispusimos a dar buena cuenta de unas viandas cedidas por la Asociación La Fragua (gracias de nuevo), y cocinado por Juan.
Creemos que hay muchos espacios mejorables, y que la mejor forma, si es posible, es el trabajo en común, ya sea por economía o porque simplemente resulte reconfortante. Pero, dada la poca respuesta, se me ocurre una pregunta, o mejor dos:
- ¿Qué pueblo queremos? y
- ¿Cómo conseguirlo?