Eléctricas y purines

Han pasado varios días desde que la planta cogeneradora y de tratamiento de purines decidió cerrar. A raíz de este cierre, distintos Ayuntamientos de la zona (el nuestro entre ellos), junto a asociaciones del sector porcino, han presentado distintos escritos y mantenido reuniones con el Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León y con la Diputación Provincial, donde han planteado el daño ambiental y la pérdida de puestos de trabajo que este cierre supone.

Ante estos hechos, queremos exponer nuestro punto de vista:

Entendemos que el cierre de la planta es una medida de presión que las eléctricas, y dentro de estas, el sector de las renovables, entre las que cabe incluir este tipo de plantas, está manteniendo con el Gobierno a raíz de la publicación del borrador del Real Decreto que regulará las primas por producción de energía eléctrica, siendo esta la actividad principal  de la planta de Turégano, y no el de tratamiento de purines, como se nos quiere hacer creer. Sirva  como ejemplo el cierre de varios meses, por motivos similares, en el año 2008. Lo que a nuestro entender es un claro ejemplo de chantaje, siendo el deterioro ambiental de la zona, las granjas que contrataron con ellos el servicio de evacuación de purines y la pérdida de puestos de trabajo, los rehenes en esta situación.

Por otra parte, los acuerdos y escritos firmados con Ayuntamientos de la zona, al menos con el nuestro, relacionados con estos hechos, no han sido consultados con resto de concejales, lo que desde nuestro punto de vista supone un claro desacierto.

También queremos manifestar el error cometido en algún escrito en el que se dice que el cierre de la planta supondrá el que estos municipios (Turégano, Veganzones, El Guijar, Sauquillo, Caballar, Torreiglesias y Muñoveros), vuelvan a ser Zona Vulnerable. Pues bien, los dos primeros nunca dejaron de esta incluidos en la declaración de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos desde sus comienzos, y seguían estándolo en el año 2009, fecha de la última revisión. De igual manera hemos de recordar que la Junta de Castilla y León se ha negado sistemáticamente a incluir a nuestro municipio dentro de estas zonas vulnerables, estando nuestras aguas subterráneas y superficiales contaminadas o en riesgo de estarlo si no se toman las medidas oportunas, condiciones que se describen en el Decreto 109/1998 de la Junta de Castilla y León, para estar incluidos.

Ante este escenario, creemos que nuestros regidores autonómicos y provinciales, deberían reflexionar para no incurrir en más errores, y ser capaces de proponer iniciativas que solucionen un problema que no fueron capaces de atajar en sus orígenes; la sola alternativa de este tipo de plantas ha demostrado no ser una solución duradera al deterioro ambiental que vivimos en esta comarca, pues están expuestas, como la actual situación demuestra, a cierres por motivos ajenos a la depuración. A todo ello hay que añadir el incumplimiento por parte de nuestros gobernantes autonómicos de leyes dictadas por ellos, como es la de revisar cada cuatro años las zonas vulnerables y los programas de actuación designados para ellas.